viernes, 23 de septiembre de 2011

Te veo frágil, desnuda, con tus senos que entretienen mi mirada. Tus caderas que rebosan mis ganas de comerte. Tú piernas rígidas, deliciosas. Tu ombligo, como esa luz que enceguece mi ser. Pasando mi mirada llegando a tu vagina.

Se acercan nuestros cuerpos, nos encontramos y nos detenemos en un largo y profundo y letargo beso. Movemos la lengua como si ese beso fuera el último.

Empiezas a besarme todo, el cuello, por detrás de la oreja, me susurras me dices que la tienes mojadita, que entraría sin ningún tapujo. Sigues bajas, sabes que eso me excita. Besas mi pecho. Con una mano lo tocas y con la otra me empiezas a tocar la punta de mi pene.
Sí. Sigues bajando, te pones de rodillas, dices que es lo que más te gusta, y no pierdes tiempo. Empiezas a besártelo, comértelo, como si esa fuera tu comida favorita. Te saboreas, se nota que gusta. Se moja tu boca, tu paladar, tu todo.
 
Empiezas por la punta, le pasas una y otra vez la lengua sobre él. Acomodas tu boca y te lo ingieres todo. Garganta profunda puede ser tu nombre. Lo haces una y otra vez. No paras de hacerlo te encanta.

Yo no pierdo el tiempo, te empujo la cabeza para que lo sientas todo dentro tuyo....
 
Sacas la boca empapada de esperma, que en poco tiempo lo tendrás en tu boca. Besas mis testículos, como un par de bombom bum.

Yo no aguanto las ganas, te digo que pares un segundo. Y hago lo que más te gusta, te beso. Te beso insaciablemente, tu espalda, tu abdomen, tus senos.
Te toco las piernas haciendo movimientos circulares. Sigo bajando, hasta llegar a tu entrepierna. Tú sabes que me encantas, me fascinas, me enloqueces.
 

Entro con un aforo tal, que no hay tiempo que perder, estoy muy excitado con lo que me has hecho. Beso tu vagina, tu clítoris, lo toco porque sé que eso te excita. Cuando hago eso no paro de verte veo cómo te muerdes los labios, te retuerces...
 

Introduzco un par de dedos, pero sin antes humedecerlos en mi boca. Lo hago en repetidas ocasiones que mi mano sale babosa....

Paramos. Nos miramos y nos perdemos en la mirada agonizante, cálida, de amor y de pasión.

Te recuesto sobre la cama. Te pongo en cuatro tu sabes que esa es nuestra favorita. Empiezo a mover mi cuerpo. Haces unos gemidos que llegan a mi oído, y con eso sé que te está gustando.

Te lo meto en repetidas ocasiones... Una y otra vez. Cambiamos la posición para no cansarnos. Nos besamos. No sé si ya es amor y pasa a ser algo pasional.

Pero aún y así te lo estoy metiendo duro y sin censura.
 

Te lo meto tantas veces, que ya mi cuerpo quiere desahogar y dejar aflorar esas ganas contenidas en mí. Te digo que te arrodilles que me voy a venir, te lo digo porque te gusta probarlo, tenerlo en tu boca y pasártelo...

Y así es, te arrodillas y estallo en pasión, dejo salir todo el semen en tu boca... Siento que veo el cielo, porque estoy con la mujer que deseo y me hace sentir cosas que con ninguna otra había sentido...

Me miras, me dices que me amas y volvemos a empezar...

ANÓNIMO

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